Declaración oficial de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)
sobre la eficacia, seguridad y regulación de los cigarrillos electrónicos
1. Los cigarrillos electrónicos (CE) son unos dispositivos que sirven para vaporizar un
líquido compuesto por una mezcla de sustancias químicas que con la inhalación se
depositan en los pulmones del usuario.
2. Propilenglicol, glicerina y nicotina son las sustancias que más frecuentemente se
encuentran en el líquido de los CE, aunque algunas marcas no contienen nicotina.
Propilenglicol y glicerina han mostrado ser inocuos cuando son utilizados por vía oral. No
obstante, cuando son utilizados por vía inhalada, como es en el caso de los CE, su
inocuidad no ha sido claramente demostrada.
3. En el vapor que liberan los CE se detectan diferentes sustancias: formaldehído,
acetaldehído y acroleínas. Estas sustancias también están presentes en el humo de los
cigarrillos manufacturados, aunque en mayor cantidad que en los CE. El formaldehído y
la acroleína se forman como consecuencia del calentamiento de la glicerina. Por otro
lado, metales como níquel, cromo y plomo han sido encontrados en el vapor de los CE.
Es de destacar que los niveles de níquel encontrados en el vapor de los CE son más
elevados que los detectados en el humo de los cigarrillos. La International Agency for
Research on Cancer clasifica todas estas sustancias como carcinogénicas, sin
determinar un umbral de seguridad para su consumo. Además, algunas de estas
sustancias tienen capacidad para producir daño en el intersticio pulmonar.
4. Un estudio ha encontrado que el vapor que producen los CE contiene partículas del tipo
PM2,5 que, además de ser perjudiciales para los consumidores activos de CE, lo pueden
ser para los consumidores pasivos de este tipo de productos.
5. En el momento actual la mayoría de la población general ha oído hablar de los CE: entre
el 30 y el 90%, dependiendo de los diferentes países. A destacar que entre el 1 y el 10%
de los fumadores de Estados Unidos y de los distintos países europeos son fumadores
habituales de CE. Es preocupante que el CE haya sido utilizado en alguna ocasión por el
20% de los jóvenes, y que entre el 3 y el 5% de jóvenes no fumadores lo hayan utilizado
en alguna ocasión.
6. Algunos estudios han encontrado que los CE, tanto los que contienen nicotina como los
que no la contienen, pueden ayudar a controlar los síntomas del síndrome de
abstinencia. No obstante, son estudios con muestras de sujetos muy pequeñas y con
deficiencias metodológicas importantes que no sirven para validar la recomendación del
uso de estos dispositivos para aliviar el padecimiento de los síntomas del síndrome de
abstinencia en los fumadores.
7. Por el momento solo se han realizado 2 estudios clínicos aleatorizados diseñados para
evaluar la eficacia y la seguridad de uso de los CE como tratamiento para ayudar a los
fumadores a dejar de serlo o para ayudarles a reducir el número de cigarrillos que
consumen. Ambos estudios han mostrado resultados prometedores. No obstante, son
estudios con importantes deficiencias metodológicas que no permiten obtener
conclusiones fiables y definitivas sobre la eficacia y la seguridad de uso de los CE como
tratamiento para dejar de fumar o para reducir el número de cigarrillos consumidos.
8. Los CE deben ser regulados como medicamentos. De esta forma se controlará su
consumo, se vigilará el cumplimiento de estándares de calidad en su producción y
distribución y se facilitará la investigación científica y médica sobre este dispositivo.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica
(SEPAR) considera que es necesario y urgente que:
A. Las autoridades sanitarias españolas regulen el CE y sus accesorios como una
medicación. De esta forma se controlaría el consumo indiscriminado del mismo que está
ocurriendo en el momento actual, con el consiguiente peligro no solo para la salud
pública, sino también para que los jóvenes se inicien al consumo del tabaco a través de
él y, además, se perjudique el proceso de des-normalización del consumo de tabaco en
lugares públicos consecuencia de la actual Ley reguladora del consumo del tabaco.